Resumen del libro: Érase una vez un farero ciego y una niña huérfana... Así podría empezar uno de los muchos cuentos del señor Pew, el hombre encargado de cuidar del faro de un remoto pueblo de Escocia. Quien le escucha es la pequeña Silver, una chiquilla lista que acaba de perder a su madre y de ganar a un nuevo amigo, un hombre enamorado de las palabras y dispuesto a contar historias insólitas, que se enlazan unas con otras en una trenza sin fin. Sentada al lado del señor Pew, Silver llegará a saber cómo y cuándo se construyó el faro, y descubrirá a personas tan fascinantes como Stevenson, Darwin y el reverendo Babel, un libertino lleno de ira y de amor por una hermosa mujer. Cuando Silver crezca, los cuentos del señor Pew la acompañarán y harán de ella una lectora voraz, fascinada por los libros y por los cuerpos misteriosos que va encontrando en su camino.
A mí me gustó bastante, quizá no tanto como Escrito en el cuerpo, que tiene unas frases sencillamente exquisitas y unas metáforas para caerte de espaldas. La niña del faro no es tan intimista como este otro, pero igualmente reproduce una historia curiosa en la que se juntan varios mundos: el de una niña que crece y el de la vejez del hombre del faro, que lo comprende todo con pocas palabras.